Una dramática situación de emergencia vive el estado de Texas, Estados Unidos, tras las torrenciales lluvias que azotaron la zona centro-sur durante la noche del jueves, provocando el desborde de ríos, destrucción masiva y, hasta el momento, la muerte confirmada de al menos 13 personas —entre ellas varios menores de edad— y la desaparición de más de 20 niñas que participaban de un campamento de verano.
La situación más crítica se registró en el condado de Kerr, donde el sheriff Larry Leitha confirmó que “hemos identificado 13 muertos”, advirtiendo además que las cifras podrían aumentar en las próximas horas debido a la magnitud del desastre.
Uno de los puntos más golpeados fue el campamento Camp Mystic, ubicado a orillas del río Guadalupe, el cual experimentó una subida de aguas de ocho metros en tan solo 45 minutos, dejando aisladas a cientos de personas, entre ellas niñas y adolescentes. “Unas 23 niñas aún no han sido ubicadas”, detalló el vicegobernador Dan Patrick, al referirse a la emergencia en el campamento, que este fin de semana alojaba a cerca de 750 acampantes. Según el reporte leído por Patrick, el lugar no contaba con electricidad, agua potable ni conexión a internet, lo que ha dificultado gravemente las tareas de contacto y coordinación.
Operativos De Búsqueda Y Rescate En Marcha
En redes sociales y medios locales circulan impactantes videos que muestran casas arrastradas por el agua, árboles desraizados y personas refugiándose en las copas de árboles. En uno de estos registros, difundido por el propio gobernador de Texas, Greg Abbott, se ve a un rescatista suspendido desde un helicóptero rescatando a una víctima atrapada mientras “las aguas rugen debajo”, según palabras del mandatario.
“Misiones de rescate aéreo como esta se realizan las 24 horas. No nos detendremos hasta que todos aparezcan”, aseguró Abbott a través de su cuenta oficial.
La operación de emergencia involucra a más de 500 socorristas, 14 helicópteros, equipos de la Guardia Nacional de Texas y unidades de la Guardia Costera estadounidense. Las autoridades han declarado el área como zona de desastre, cerrando múltiples carreteras por considerarlas “intransitables” y solicitando a los ciudadanos evitar cualquier viaje hacia los sectores cercanos al río Guadalupe.
Un Evento Sin Precedentes
Freeman Martin, director del Departamento de Seguridad Pública de Texas, confirmó que “la inundación provocó muchas víctimas”, mientras que el juez del condado de Kerr, Rob Kelly, sostuvo que el fenómeno superó todas las previsiones: “No teníamos motivos para creer que fuera a ser algo parecido a lo que ocurrió aquí”.
A pesar de que las lluvias han disminuido momentáneamente, el pronóstico no es alentador. Las autoridades anticipan nuevas precipitaciones que podrían agravar el panorama, especialmente considerando que el valle del río Guadalupe ha sido calificado como “el valle fluvial más peligroso de Estados Unidos”, según explicó Martin.
La situación permanece en desarrollo y las labores de búsqueda continúan, mientras familias enteras esperan con angustia noticias de sus seres queridos desaparecidos.