La situación legal de Martín de los Santos se agudiza luego de que Interpol elevara la orden de detención internacional en su contra a categoría de “alerta roja”, lo que implica mayor urgencia en su captura y una eventual deportación hacia Chile. El empresario, que enfrenta cargos por agredir a un conserje de 70 años, se encuentra actualmente en Brasil, específicamente en Sao Paulo, tras haber huido del país mientras avanzaba el proceso judicial en su contra.
La periodista brasileña Nádia Castro fue quien confirmó públicamente los últimos movimientos del imputado, relatando al medio Meganoticias detalles sobre su paso por el país vecino. Según su testimonio, De los Santos habría ingresado a territorio brasileño el 19 de junio. “Llegó a Florianópolis el 19 de junio, estuvo acá hasta el jueves 26 y se fue por la mañana”, señaló la comunicadora.
Durante esos días, el empresario se alojó en el Praia Mole Hotel, según verificó Castro al entrevistar al personal del recinto. Una trabajadora del hotel reveló que la presencia del chileno no pasó desapercibida. “Una camarera conversaba con nosotros y nos dijo que sí estuvo ahí, que se quedó en el segundo piso del hotel, que comió mucho durante todos los días, papas fritas, bebidas… Y tenía siempre el dormitorio lleno de basura. Le limpiaba la habitación cuando él salía”, narró la periodista.
Tras su estadía en Florianópolis, el sujeto se trasladó a Sao Paulo, donde finalmente fue ubicado gracias a la coordinación entre las autoridades chilenas y las fuerzas de seguridad brasileñas, en un trabajo que ha sido monitoreado estrechamente por el Ministerio del Interior.
En este contexto, el ministro (s) de Justicia, Jaime Cordero, confirmó la evolución del caso a una etapa más crítica. “La orden de detención y traslado de Martín de los Santos pasó de ‘alerta azul’ a ‘alerta roja’”, informó la autoridad, destacando que este cambio busca acelerar su captura y facilitar su deportación.
Hasta ahora, se desconoce si De los Santos cuenta con una red de apoyo en Brasil o si ha recibido ayuda para su desplazamiento dentro del país. Lo que sí está claro es que su situación judicial se complica cada día más, y el Estado chileno ha intensificado las gestiones para que enfrente la justicia por los hechos que se le imputan.