El próximo miércoles 26 de junio a las 15:00 horas, la Comisión de Evaluación Ambiental de Arica y Parinacota decidirá si da luz verde al polémico proyecto minero Champagne, impulsado por la compañía canadiense Andex Minerals, que busca realizar exploraciones en el cerro Mallku Anocarire, un sitio de gran valor espiritual para los pueblos originarios de la región.
Esta posible aprobación ha despertado el rechazo de comunidades indígenas, organizaciones sociales, entidades estatales y autoridades comunales. La controversia no es nueva: desde septiembre de 2024, cuando el proyecto fue presentado bajo su actual denominación, se han acumulado más de 100 observaciones ciudadanas y críticas de organismos como CONADI, CONAF, la DGA y los municipios de Putre y Camarones.
A lo largo de su historia, el proyecto ha sido ingresado con distintos nombres —“Anocarire”, “Sofía” y ahora “Champagne”— lo que ha generado sospechas de intentos por evadir el requerimiento de presentar un Estudio de Impacto Ambiental, el cual fue ordenado en 2021 por la Corte Suprema. Las comunidades sostienen que el cambio de nombres busca fragmentar el proyecto para facilitar su aprobación.
Territorio Sagrado En Disputa
El cerro Mallku Anocarire no es solo un espacio geográfico: representa un eje central en la cosmovisión andina y un sitio de peregrinaje, pastoreo y memoria ancestral.
“Una vez más la institucionalidad ambiental busca aprobar proyectos sin el consentimiento de las Comunidades Indígenas”, denunciaron comuneros aymaras durante una manifestación realizada frente a la Catedral de Arica, donde también se leyó una declaración pública fechada el 18 de junio.
La desconfianza hacia Andex Minerals ha ido en aumento. Se les acusa de haber intervenido flora protegida, extraído recursos hídricos sin permisos formales y minimizar el valor espiritual del cerro. También se advierte un impacto sobre rutas tradicionales de tránsito indígena y el equilibrio hídrico del altiplano.
Llamado A La Movilización
El proyecto contempla la realización de 12 sondajes mineros, además de un campamento de operación en plena zona altiplánica. La empresa habría realizado gestiones políticas y reuniones con autoridades del SEA como parte de su estrategia para lograr aprobación, lo que ha encendido las alertas entre las organizaciones.
“La continuidad de este tipo de proyectos constituye una grave afrenta contra la cosmovisión de los pueblos andinos”, recalcaron las comunidades, que consideran este proceso como una vulneración directa al derecho a la consulta previa garantizado por el Convenio 169 de la OIT.
Frente a este escenario, diversas agrupaciones sociales e indígenas han convocado a manifestarse pacíficamente frente a la Delegación Presidencial el mismo 26 de junio, en defensa del cerro Anocarire y de los derechos de los pueblos originarios a decidir sobre su territorio.