Las campanas de la Basílica de San Pedro comenzaron a sonar para dar la bienvenida a la noticia de que ha sido elegido un nuevo papa.
Este jueves, en la cuarta votación del cónclave, los cardenales eligieron al nuevo papa y salió humo blanco desde la Capilla Sixtina. De ese modo, la Iglesia Católica ya tiene un nuevo papa.
Las campanas de la Basílica de San Pedro comenzaron a sonar para dar la bienvenida a la noticia de que ha sido elegido un nuevo papa, el número 267 de la Iglesia Católica.
La multitud en la plaza principal del Vaticano estalló en aplausos cuando el humo blanco comenzó a salir de la chimenea de la Capilla Sixtina.
Ahora, cada uno de los cardenales saluda al nuevo papa, quien deberá elegir el nuevo nombre por el que comenzará a ser llamado.
Luego, el nuevo pontífice pasará a la sala de las lágrimas, donde se dice que todos quienes son electos sucesores de Pedro lloran.
¡Habemus Papam! La Iglesia Católica tiene nuevo líder tras la fumata blanca
En la cuarta ronda de votaciones del cónclave, los cardenales eligieron al sucesor de San Pedro, desatando la alegría en la Plaza de San Pedro.
Las campanas de la Basílica de San Pedro repicaron con fuerza, anunciando al mundo la elección del nuevo Sumo Pontífice. Este jueves, tras la cuarta votación del cónclave, la decisión se tomó y «salió humo blanco desde la Capilla Sixtina». De esta manera, la Iglesia Católica cuenta con su 267° líder espiritual.
El sonido jubiloso de las campanas fue la señal esperada por una vasta multitud congregada en la plaza principal del Vaticano, que «estalló en aplausos» al observar la columna de humo blanco elevándose desde la chimenea de la Capilla Sixtina.
En estos momentos, cada uno de los cardenales presentes rinde homenaje al recién electo Papa, quien ahora deberá seleccionar el nombre pontificio con el que será conocido a partir de este momento. Posteriormente, el nuevo pontífice se dirigirá a la llamada «sala de las lágrimas», un lugar tradicional donde se dice que los nuevos sucesores de Pedro experimentan una profunda emoción.
De acuerdo con el rito canónico, la elección del nuevo pontífice se concretó al alcanzarse la «mayoría necesaria de dos tercios de los votos», lo que en este cónclave significó obtener 89 sufragios.
En este trascendental encuentro participaron «133 cardenales de todo el mundo»: «52 de Europa, 23 de Asia, 23 de Latinoamérica y el Caribe, 17 de África, 14 de Estados Unidos y Canadá y 4 de Oceanía».
Se espera que el «nuevo papa aparecerá en el balcón de la Basílica de San Pedro», desde donde impartirá «su primera bendición apostólica, conocida como “Urbi et Orbi”».
El cardenal protodiácono, Dominique Mamberti, da a conocer Habemus Papam “León XIV” Robert Prevost.
Biografía de Su Santidad el Papa Roberto I (Robert Francis Prevost Martínez)
Robert Francis (Roberto Francisco) Prevost Martínez nació el 14 de septiembre de 1955 en la ciudad de Chicago, Estados Unidos. Hijo de Louis Marius Prevost, de ascendencia francesa e italiana, y Mildred Martínez, de ascendencia sudamericana, creció en un entorno familiar junto a sus dos hermanos, Louis Martín y John Joseph.
Su formación académica inicial tuvo lugar en el Seminario Menor de los Padres Agustinos, donde culminó sus estudios secundarios en 1973. Posteriormente, cursó estudios superiores en la Universidad Villanova (1973-1977), obteniendo el grado en Ciencias Matemáticas, complementado con una especialización en Filosofía.
Continuando su formación teológica, ingresó en la Unión Teológica Católica de Chicago, donde en 1982 obtuvo una maestría en Divinidad (Teología) con mención en Misión Intercultural. Su interés por el derecho canónico lo llevó a trasladarse a Roma, donde prosiguió sus estudios en la Universidad Angelicum. Allí, en 1984, obtuvo la licenciatura y, posteriormente, en 1987, el doctorado con la mención magna cum laude gracias a su tesis titulada: «El rol del prior local de la Orden de San Agustín».
El Papa Roberto I es un políglota con dominio del español, italiano, francés y portugués. Además, posee conocimientos de latín y alemán, lo que refleja su apertura y capacidad de comunicación en diversos contextos culturales y lingüísticos. En un gesto que subraya su profunda conexión con América Latina, obtuvo la nacionalidad peruana en 2015.
Su vida religiosa comenzó el 1 de septiembre de 1977, cuando ingresó al noviciado de la Orden de San Agustín, en la provincia de Nuestra Señora del Buen Consejo, con sede en Saint Louis. Emitió su primera profesión de votos religiosos el 2 de septiembre de 1978 y realizó su profesión solemne el 29 de agosto de 1981.
Su ordenación sacerdotal se llevó a cabo el 19 de junio de 1982 en Roma, mediante la imposición de manos del arzobispo Jean Jadot. Tras su ordenación, fue destinado a trabajar en la misión de Chulucanas, en Perú (1985-1986), donde sirvió como vicario parroquial de la Catedral y Canciller.
Entre 1987 y 1988, regresó a Estados Unidos para desempeñarse como promotor de la pastoral vocacional y director de misiones de la Provincia agustiniana «Madre del Buen Consejo» en Olympia Fields. Durante este período, también se dedicó a la procuración de fondos para las misiones de su provincia, con especial atención a la misión de Chulucanas.
En 1988, retornó a Perú y fue enviado a la misión de Trujillo, donde asumió el rol de director del proyecto de formación común para los aspirantes agustinos de los Vicariatos de Chulucanas, Iquitos y Apurímac. En Trujillo, desempeñó diversos cargos, incluyendo prior de la comunidad (1988-1992), director de formación (1988-1998) y maestro de profesos (1992-1998).
En la arquidiócesis de Trujillo, también prestó sus servicios como vicario judicial (1989-1998), profesor de Derecho Canónico, Patrística y Moral en el Seminario Mayor, y ejerció como director de estudios y rector encargado de dicha institución. Además, fue párroco fundador de la Parroquia Nuestra Señora de Monserrat (1992-1999) y de la Capilla Nuestra Señora Madre de la Iglesia (hoy Parroquia Santa Rita de Cascia), entre 1988 y 1999.
En 1998, fue elegido prior provincial de su Provincia “Madre del Buen Consejo” (Chicago), asumiendo el cargo en marzo de 1999. Posteriormente, en 2001, el Capítulo General Ordinario lo eligió como prior general de la Orden de San Agustín, siendo reelegido para un segundo mandato de seis años en 2007. Durante su liderazgo, también fue moderador del Instituto “Augustinianum” y responsable de las relaciones de su Orden con los dicasterios vaticanos.
Entre 2013 y 2014, sirvió como director de formación en el Convento de San Agustín en Chicago, además de ser primer consejero y vicario provincial de la Provincia de Nuestra Madre del Buen Consejo.
Tras el fallecimiento del Papa Francisco, fue nombrado Prefecto del Dicasterio para los Obispos y Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina en enero de 2023. Su vasta experiencia pastoral, académica y administrativa, así como su profundo conocimiento de la Iglesia en diversos contextos geográficos y culturales, lo llevaron a ser elegido Papa el 8 de mayo de 2025, asumiendo el nombre de Roberto I. Su pontificado se vislumbra como un período marcado por su rica trayectoria y su compromiso con la Iglesia universal.