El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, confirmó este viernes su intención de continuar en la carrera presidencial de cara a las elecciones de noviembre, en medio de crecientes llamados desde su propio partido para que se retire. Desde su residencia en Delaware, donde se encuentra aislado tras dar positivo por Covid-19, el mandatario anunció que retomará sus actividades de campaña la próxima semana.
A través de un comunicado, Biden señaló que “hay mucho en juego y la elección es clara. Juntos ganaremos”. Pese a los cuestionamientos surgidos tras su bajo desempeño en el reciente debate presidencial, el presidente, de 81 años, sostuvo que sigue siendo “la persona más calificada para derrotar a Donald Trump”, como ya lo hizo en 2020.
El presidente también criticó el discurso de su rival republicano, Donald Trump, calificándolo como una “visión oscura para el futuro” que, a su juicio, “no representa lo que somos como estadounidenses”.
Presión Interna En El Partido Demócrata
Durante los últimos días, se ha intensificado la presión dentro del Partido Demócrata para que Biden decline su candidatura. Un total de 30 legisladores, incluidos siete congresistas y tres senadores, han expresado públicamente su inquietud sobre la viabilidad electoral del presidente, instándolo a ceder el paso a otro candidato.
Entre ellos, el senador por Nuevo México, Martin Heinrich, afirmó que “el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca representaría un peligro existencial para nuestra democracia. Necesitamos un candidato que pueda vencerlo en noviembre”.
La situación se complejizó aún más tras reportes de medios estadounidenses que indican que líderes demócratas de alto perfil, como el expresidente Barack Obama y la ex presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi, han manifestado su preocupación en privado.
Escenario Electoral En Caso De Renuncia
Aunque Biden ha reafirmado su continuidad, el debate sobre su posible reemplazo ya ha generado especulaciones. La vicepresidenta Kamala Harris es considerada la principal alternativa, aunque no tendría garantizada una nominación automática, en caso de que se concrete un eventual retiro del mandatario. Cualquier decisión deberá equilibrar la unidad del partido y evitar un escenario de incertidumbre de cara a la elección presidencial.
