
El Ejército de Chile entregó nuevos antecedentes sobre el estado de salud de los conscriptos afectados por un brote respiratorio en la Brigada Motorizada N° 24 «Huamachuco» en Putre, región de Arica y Parinacota. El caso se dio a conocer tras el fallecimiento del joven Franco Vargas (19) el pasado sábado 27 de abril, quien perdió la vida tras presentar una infección respiratoria durante una instrucción a más de 4.000 metros de altura y bajo temperaturas extremas.
Según detalló el general de brigada Francisco Silva, director general del Hospital Militar de Santiago, 50 conscriptos presentaron inicialmente síntomas respiratorios. Actualmente, la cifra se ha reducido a 22 afectados:
- 3 están internados en el Hospital Militar.
- 1 en el Hospital Juan Noé de Arica.
- 18 permanecen aislados en el Cuartel Fontecilla.
Los primeros exámenes detectaron la presencia del virus influenza A H3 como causa principal del brote, mientras que en uno de los casos más graves también se identificó la bacteria Escherichia coli. Dos soldados llegaron a sufrir shock séptico, una condición grave que podría implicar el riesgo de amputaciones, aunque hasta ahora ninguna ha sido necesaria.
“Queremos transmitir tranquilidad. La emergencia va en regresión y no se han reportado nuevos casos graves”, afirmó el general Silva.
Sobre la posibilidad de que las bajas temperaturas (hasta -15 °C) hayan influido en el deterioro de salud de los conscriptos, las autoridades militares señalaron que eso será parte de la investigación en curso.
El general Rodrigo Pino Riquelme, jefe de Estado Mayor del Ejército, aseguró que en los últimos 15 años no se ha registrado una situación similar, y que este caso podría motivar un cambio en los protocolos, particularmente en la evaluación médica de soldados que se entrenan en zonas de gran altitud.
Aunque actualmente no se realizan exámenes preventivos obligatorios a los conscriptos antes de su despliegue en el altiplano, esta política será objeto de revisión.
La situación ha generado gran preocupación en la comunidad y entre las familias de los jóvenes afectados, quienes exigen claridad y medidas preventivas para evitar nuevas tragedias en las zonas extremas del país.