
Michelle Salas, con tan solo 23 años, se convirtió en la primera profesional de su familia tras obtener su título como química laboratorista en la Universidad de Tarapacá (UTA), con la máxima distinción académica.
Durante su formación, realizó dos prácticas profesionales en la reconocida empresa Golden Omega, donde trabajó en las áreas de Aseguramiento y Control de Calidad. Su desempeño y compromiso la llevaron a desarrollar una investigación en la misma compañía, la cual presentó como tesis para su titulación.
En marzo de este año, defendió su trabajo titulado “Análisis de los procesos de destilación molecular en Golden Omega”, obteniendo nota 7, lo que le permitió graduarse con honores. “Todo este proceso ha sido muy emocionante, soy la primera profesional de mi familia y todos en mi casa están muy contentos y muy orgullosos”, expresó Michelle, segunda de cinco hermanos, oriunda de la población 11 de Septiembre en Arica.
Su historia ha inspirado a muchos. Tras su titulación, fue invitada por un profesor de su ex Liceo A5 Jovina Naranjo Fernández para dar charlas motivacionales a estudiantes de enseñanza media. “Fue una actividad muy bonita. Les explicaba a los estudiantes, desde mi experiencia, que también es importante estudiar desde el Liceo, no sólo esperar llegar a la Universidad para desplegar tu potencial”, relató la joven profesional.
Michelle, quien vive con su madre Alejandra (dueña de casa y su padre Miguel vendedor), ya forma parte del equipo de Golden Omega, desempeñándose en el área de Control de Calidad del laboratorio. “Dentro de las industrias que hay en Arica, Golden Omega es la que tiene la mayor tecnología, los mejores equipamientos, y sus profesionales saben mucho. Es un enorme orgullo poder formar parte de este equipo”, comentó.