En una historia que parece sacada de una película de acción perruna, una jauría de canes decidió que un auto mal estacionado frente a un grifo en Concepción era su nuevo enemigo número uno. Y, como si se tratara de una misión encubierta, se dedicaron a desmantelar el vehículo con una destreza digna de mecánicos caninos.
Las cámaras de seguridad de la Plaza Perú registraron la escena de este inesperado desguace, donde un grupo de perros callejeros, con evidente entusiasmo y sincronización, se abalanzó sobre la parte delantera del auto. Entre ladridos y mordiscos estratégicos, lograron arrancar piezas de plástico, cables y, como broche de oro, desmontar el parachoques como si fuera un trofeo de guerra.
Testigos del hecho aseguran que uno de los perros, aparentemente el líder de la manada se subió al capó y luego al techo del vehículo, adoptando una pose de victoria al más puro estilo «Rey de la colina».
Pero ¿qué llevó a estos peludos a emprender tan destructiva hazaña? ¿Era una venganza perruna contra los malos estacionamientos? ¿Una nueva patrulla canina que combate la irresponsabilidad vial? Nada de eso. Según Catalina, la dueña del automóvil, los perros estaban en plena persecución de una presa que, con astucia felina (o roedora), buscó refugio dentro del motor del vehículo. Los canes, en su afán por atraparla, no escatimaron en convertir el auto en un rompecabezas en vivo.
Para agregar sal a la herida, Catalina confesó que su auto no cuenta con seguro, y que, de haberlo tenido, no sabría cómo explicarle a la aseguradora que su vehículo fue víctima de una banda de desmanteladores de cuatro patas.
Sin duda, una historia que deja varias enseñanzas: no subestimes la determinación de un perro hambriento, estaciona lejos de los grifos y, sobre todo, si ves a una jauría acechando tu auto… mejor corre.
